“El fileteado porteño, una pasión autóctona”
Cristina Lara y Carlos Acquisto son dos fileteadores de
primer nivel. Los domingos 12 y 19 de mayo realizarán en nuestro Centro
Cultural un “Encuentro de Fileteado Porteño y Tango” para mostrar a todos los
vecinos que se acerquen a nuestro espacio los secretos de esta expresión
artística tan nuestra. En esta nota nos cuentan quiénes son, cuáles fueron sus
comienzos y la historia del fileteado porteño.
- ¿Cuáles fueron sus primeros pasos en el fileteado?
- Cristina Lara: En realidad, fue mi curiosidad por
investigarlo todo la que dio origen a mi interés por el fileteado porteño. Una
vez pasaba por casualidad por el Parque Avellaneda cuando de repente leo un
cartel que decía: “clases de fileteado porteño”. Yo realmente no tenía ni idea de que se trataba, pero los
ornatos que tenía el cartel me llamaron mucho la atención, así que decidí
anotarme y empezar el curso. Ahí escuché por primera vez el nombre de Ricardo
Gómez, que era uno de los máximos exponentes en carros y camiones; y que tenía
una obra extraordinaria. Decidí ir a su taller y le pregunté si daba clases.
Ricardo me contestó “¡Sí, nena; pero vos que conocimientos tenés?”. Cuando le
dije que era docente del área artística mucho no le gustó porque él decía que
“los que son profesores de arte y esas cosas vienen con muchas manías”. En un
principio me costó mucho entenderlo pero de él aprendí todo. Lamentablemente
falleció hace ya casi 2 años, pero me dejó los mejores recuerdos. Ricardo fue
un Maestro, una gran persona, un amigo…Y no se guardó nada!
- Carlos Acquisto: Yo comencé haciendo un fileteado para
acompañar una caricatura de Carlos Gardel que presenté para un concurso,
basándome en algo de material que tenía acerca del filete porteño. El fileteado
siempre me había resultado un arte muy interesante. Tiempo después conocí al
fileteador Sergio Rivadero, que me enseñó algunas nociones sobre el fileteado y
luego perfeccioné la técnica con Alfredo Genovese.
- Cristina, ¿cuáles te parece que son las herramientas fundamentales
para dominar este arte?
- C.L.: Una de las herramientas fundamentales es saber dominar
el pincel. Este elemento es particular por el largo de su pelo y las bandas de
filetear que permiten realizar filetes (líneas) de un solo trazo. Además, creo
que hay que saber encontrarle el punto justo al esmalte sintético, que no esté
ni muy seco ni muy aguado. Y también es muy importante conectarse con la
superficie a filetear.
- ¿Quiénes fueron sus referentes?
- C.L.: Conocer a Ricardo fue conocer mil historias y
anécdotas. Él tenía la particularidad de
trasportarte a los barrios, a los lugares y hacerte imaginar lo que fue la
época de auge del filete, que poblaba la ciudad en un contexto completamente
distinto al actual. Creo que él fue mi único referente, ya que me atrapó su
estilo delicado, fresco, espontáneo…Él tenía un estilo con vida propia que
jamás vi en otro fileteador!
- C.A.: Mis referentes
en el fileteado son León Untroib, Ricardo Gómez, y Carlos Carboni, que
son considerados los grandes maestros del filete. El que más me gusta de los
tres (por su estilo) es León Untroib. Y mis referentes en la caricatura son
Jorge de Los Ríos, Carlos Garaycochea, Carlos Nine, Andrés Cascioli y Luis
Ordoñez.
- Y hablando de caricaturas…Carlos, ¿cómo fue unir en un mismo arte la
caricatura y el fileteado?
-C.A.: Durante un tiempo me dediqué a la caricatura; y después
al fileteado, dejando un poco la caricatura de lado. En 2006 mostré mis caricaturas
a un cliente y al verlas me encargó
hacer algunas de personalidades populares. También me pidió que las acompañara
con filetes. Luego, otro cliente vio este trabajo y también me encargó hacer
caricaturas fileteadas de escritores, para decorar su local. Cuando vi ese
material, todo junto, me pareció interesante poder hacer una muestra, ya que no
es una técnica muy común. Y así fue como nació “Caricaturas Fileteadas”, un
trabajo que expuse en el Centro Cultural Marco Del Pont en abril de 2007.
- Cristina, ¿cómo es dar clases de fileteado porteño?
- C.L.: Soy docente del área artística (en escuela primaria y
secundaria) y les enseño sobre fileteado porteño a los chicos. Esta buenísimo
porque les gusta mucho y empiezan a reconocer el fileteado porteño en cualquier
parte. Eso me genera mucha alegría: el poder despertarles interés con nuestro
arte. Con mis alumnos adultos trato de mantener la línea y el mismo sistema que
transmitía mi profe, con algunos cambios en los ejercicios y desde mi
experiencia como docente. Mucha gente que se acerca a aprender lo hace porque
le gusta; pero no tiene las herramientas necesarias. Entonces les cuesta
incorporar los conocimientos, ya que no es una técnica fácil. Se debe aprender como pintar, como dibujar y componer
para crear composiciones sin dejar de lado la esencia del filete.
- Carlos, ¿vos creés que el tango dejó de ser la temática principal del
fileteado?
-C.A.: Para mí el tango ha sido y siempre será la temática
principal del fileteado. Los dos tuvieron el mismo origen y tienen muchas
similitudes en sus conceptos. Por eso, cuando hubo un resurgimiento del tango,
el fileteado también acompañó ese renacer. Además, si bien ahora se agregan
otras temáticas al fileteado (por lo que es mucho más abarcativo que antes) el tango
siempre está presente: está presente en el retrato de tangueros famosos, en imágenes
de bailarines de tango, en las frases de una canción, en los paisajes…
- Cristina, ¿cuál es el trabajo que más placer te dio hacer?
- C.L.: ¡Creo que es filetear lo que me da placer! ¡Es lo que
me apasiona! Pero si tuviera que elegir un trabajo, elegiría un carrito
verdulero que fue la primera maqueta que hicimos con mi maestro y que me
encantó, porque aprendí un montón de cosas. Él me iba explicando cómo se
fileteaba un carro pero en chiquito; y es realmente muy distinto a hacer una
tabla o algún otro objeto.
- Carlos, ¿cuál es el objeto más extraño que te tocó filetear?
- C.A.: Entre los objetos más raros que me tocó filetear
recuerdo una calabacita entera, una pava gigante, un wok de cocina, un teléfono
de la década del ‘70, y también muchos zapatos. Pero sin lugar a dudas, lo más raro
fue ¡una picadora de carne para mesa!
- Cristina, las cifras aseguran que cada vez más mujeres asisten a los
talleres de fileteado ¿por qué creés que se da este fenómeno?
- C.L.: Ricardo Gómez fue el primero en incorporarnos a este
arte. Él siempre contaba una anécdota de sus comienzos: un día escuchó que
alguien decía al pasar “¡cuando se mueran estos viejos muere el filete!” Esta frase
le dolió y fue su esposa María Celia quien lo convenció de que diera clases.
Fue así que comenzó a dar clases en el Parque Avellaneda, donde hubo una gran
concurrencia de mujeres. Él siempre decía que aprendió a ser profesor con
nosotras, ya que venía de trabajar en carrocerías y en un ámbito muy distinto.
Creo que a los talleres asisten más mujeres porque actualmente el fileteado se
fue adaptando a un nuevo contexto: es aplicable a ropa, muebles o gráfica. Este
es un arte que en sus orígenes fue solo de hombres pero hoy las mujeres también
podemos ser partícipes desde otro lugar.
- Para terminar, Carlos ¿el fileteado es un arte autóctono o existen
otros lugares en el mundo en los que se trabaje de esta manera?
- C.A.: El fileteado es autóctono. Como estilo pictórico nació
y se desarrolló en nuestra ciudad. Tiene características propias, que no se ven
en otros lugares del mundo. Lo que sucede es que sus elementos principales están
basados en la ornamentación de los edificios de la ciudad, que son del estilo
barroco que provenía de Europa. En diferentes partes del mundo se pueden ver
medios de transportes decorados, pero el estilo es muy diferente a nuestro
fileteado porteño. Cuando se ve algún
cartel o medio de transporte “fileteado”, es porque seguramente fue exportado
de Buenos Aires o realizado por fileteadores que estén en algún momento
trabajando en el exterior. O sea, el fileteado es nuestro, como el tango.
Para más información sobre estos artistas:
www.fileteadoslara.blogspot.com/
acquisto-fileteado.blogspot.com/
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